CAPÍTULO 1:

Era 23 de febrero de 2015, la última semana del mes, Chrystal ya iba tarde a la escuela, pero eso ya no le importaba del todo. Bajó del transporte y caminó la cuadra y media que la separaban de esa prisión, llamada institución educativa. Después de caminar una cuadra se encuentró a Trisha, era su mejor amiga y por algo lo era, pues aunque esas historias de vampiros le llamaban la atención no hablaba de eso día y noche como las demás chicas.

- Hola Chrystalina -dijo Trisha con una sonrisa. Chrystalina era la forma dulce y amigable en que Trisha se dirigía a Chrystal.

- Hola Tris -dijo Chrystal sonriendo.

- ¿Cómo estuvo tu fin de semana?, ¿También te hablaron a ti? -preguntó Trisha cuando ambas retomaron su camino.

- Estuvo bien, muy tranquilo. Y, sí también se la pasaron enviándome fotos de los actores de esa película, ¿por qué les gusta tanto? -contestó Chrystal, al mismo tiempo en que hacía una mueca. Pues sus otras dos amigas Sibel y Kusum eran súper fans de esa tan famosa película, que antes fue un libro. Aunque por supuesto ellas aun no habían leído el libro.

- Esa película es algo entretenida, los actores están guapos y sería romántico que algo así nos pasara, ¿no lo crees?

- Okay, tal vez sí sería romántico, pero algo se les olvida -contestó Chrystal alzando las cejas. 

- ¿Qué cosa? -preguntó Trisha.

- Es solo ficción, ninguna de esas cosas son reales, además, ¿a quién se le ocurre casarse al terminar la preparatoria? -dijo Chrystal alzando las manos.

- Por amor muchas personas son capaces de hacer lo que sea, además ya sabes lo que dicen: la realidad supera la ficción. -argumentó Trisha.

Diciendo esto llegaron a la escuela.

- ¡Chrystalina! -dijo Kusum sonriendo, a veces la molestaba llamándola así. Alzó las manos para darle un abrazo a su amiga. Mientras Trisha saludaba a Sibel.

- ¡Ey! -dijo Chrystal abrazando a Kusum mientras esbozaba una leve sonrisa.

En fin todo el grupo de amigas se saludó y entraron juntas a la escuela, exactamente a las dos de la tarde.

Las horas transcurrieron y las pláticas intentando convencer a Chrystal de que los vampiros son geniales también.

Y así dieron las cinco de la tarde,  hora del receso, en el cual no se podía hacer mucho, ya que solamente tenían 20 minutos. Así que se separaron para tener un poco más de tiempo, Chrystal y Kusum fueron al sanitario; Trisha a la cafetería y Sibel a dirección, pero quedaron en reunirse de nuevo en el campo de la escuela. Las primeras en llegar fueron Kusum y Chrystal.

- ¿Entonces si irás el sábado a mi casa? -preguntó Kusum, mientras se sentaba en un lado del campo.

- Depende, si no pondrán por sexta vez esa película, sí -respondió Chrystal sentándose a lado de Kusum.

- ¿Por qué odias tanto esa película? -preguntó Kusum mientras revisaba quién le llamaba al celular- Espera, tengo que contestar -dijo al momento en que se ponía el celular en la oreja y se apartaba para hablar. Mientras tanto Chrystal comenzó a revisar su segunda red social favorita, tenía una solicitud de amistad nueva, generalmente no aceptaba solicitudes de desconocidos, pero ese chico tenía algo extraño que llamaba su atención, no sabia si era su piel algo pálida o esas no tan marcadas ojeras, sin embargo no le puso mucha importancia a su extraño aspecto; revisó sus amigos y observó que tenía muchos en común con ella, todos ellos de la misma escuela que Chrystal; aunque si les preguntabas ninguno de ellos lo conocía, exepto uno, a quien el chico pálido le preguntaba a cerca de si algo relevante ocurria en la escuela, pero eso ella no lo sabía; así que decidió aceptar esa solicitud, sin imaginar que así como muchas otras historias comenzaron, así también la suya lo haría.

Así transcurrieron las horas hasta que las clases terminaron, para las nueve de la noche, hora en la Chrystal salía de la escuela, ya no recordaba la solicitud del pálido chico que había aceptado, sin embargo al llegar a su casa lo recordaría para nunca olvidarlo.