@Cinthia_Ruiz
El despertar, un nuevo comienzo
Nov 20, 2018 Chapter 3
Y pensar que hace algunos años era una chica común y corriente, pero eso cambio cuando tenia 20 años, después de un terrible y desagradable suceso, mi vida cambio por completo.
Mi familia y yo volvíamos a casa después de una reunión familiar, recorríamos una oscura carretera completamente desierta, la neblina se hizo presente obstaculizando visualizar el camino, mi padre hacia intentos por mantener el auto estable cuando un hombre se interpuso en su camino, mi padre intento esquivarlo pero perdió el control y nos volcamos.
Desperté desorientada y un poco mareada, busque a mis padres y hermana en el auto, pero no estaban dentro, no podía moverme ya que mi cinturón se encontraba atascado, comencé a gritar para que nos ayudaran, cuando note que alguien se acercaba (pensé que era mi padre), le pedí que me ayudara a salir del auto pero cuando se acerco mas a mi, pude observar que no era el, si no un hombre de aproximadamente 30 años, tenia unos hermosos y sorprendentes ojos en color miel (idénticos a los míos), su ropa y rostro se encontraban cubiertos de sangre. Me asuste tanto que permanecí sin palabras, sin gestionar movimiento alguno, el sujeto se acerco lentamente y en un rápido movimiento y un poco brusco mordió mi cuello, se alejo de mi y pronuncio unas palabras que jamas olvidare, al igual que esa voz gruesa y ronca pero con un poco de dulzura que dijo: "Serás un vampiro muy especial".
Mis ojos comenzaron a cerrarse lentamente, cayendo en un oscuro abismo.
Después de aquel día, de aquel accidente, nada volverá a ser igual para la familia Bannister y mucho menos para Alice.
Alice
Desperté y la luz del sol me molestaba tanto, tuve que cubrirme con las sabanas que antes cubrían mi cuerpo.
— ¿Estas bien?—Pregunto la voz de una mujer, no pude observar de quién se trataba, ni el lugar donde me encontraba.
—Si, estoy bien. Solo que la luz me molesta—Conteste aun sin destapar mi rostro.
—Espera.
Note que la luz del sol se hacía un poco más tenue, destape lentamente mi rostro, pude ver que me encontraba en un cuarto de hospital y la mujer con la que hablaba, era una enfermera.
— ¿Así está mejor?—Pregunto amablemente, con una gran sonrisa.
—Si, muchas gracias.
La enfermera se disponía a salir de la habitación— ¡Espere!—Grite, llamando su atención. —. Me podría decir ¿Cómo llegue al hospital y si mis padres y mi hermana se encuentran bien?—Aunque no quería demostrarlo, podía jurar que mi rostro delataba mi preocupación.
—Tus padres y tu hermana se encuentran bien, con algunos golpes y raspones, pero nada grave, así que no te preocupes—Observe como desvió la mirada, para enfocarla a un pequeño mueble de madera. —Un hombre te dejo un sobre y un obsequio.
—¿Un sobre y un regalo?—Susurre, la enfermera salió de la habitación con rapidez—¿Quien traería esto?—Comente un poco intrigada mientras volvía a la cama.
Observe el sobre y una caja en color negro, mientras miles de preguntas sin respuesta rondaban en mi cabeza, deje de pensar y decidí actuar. Abrí el sobre y comencé a desdoblar la hoja mientras pensaba en quien habría hecho esta carta, era muy extraño e ilógico, en estos tiempos nadie escribe cartas. Me decidí y comencé a leerla.
Felicidades, querida Alice.
Desde hoy perteneces a una nueva especie "Los vampiros" una de las más fuertes y poderosas que existen en este mundo. Al principio solo pensaba en alimentarme, después deshacerme de ti y tu familia como recurrentemente lo hago, pero al verte y probar tu exquisita sangre me di cuenta que eres especial, por lo mismo te he convertido, para tener la oportunidad de descubrir de lo que eres capaz ahora que eres inmortal y conozcas tu don, que estoy seguro será extraordinario. Te dejo un pequeño obsequio, un collar que pertenece a mi familia desde hace años y espero lo cuides bien.
Diviértete en tu nueva vida y cuando menos lo imagines nos encontraremos de nuevo.
Me sumergí en mis pensamientos, me encontraba en Shock. No podía creer lo que decía esta carta, creía que lo que había visto no era mas que un sueño o un juego de mi imaginación. Cuando estuve más tranquila, abrí la caja en color negro, dejando al descubierto un bello collar, me quede anonadada, su belleza es inigualable. Un collar que parecía ser de plata u oro blanco, su gran valor y antigüedad era visible, una hermosa joya color turquesa era rodeada por pequeños y hermosos detalles que parecían flores, rodeando la piedra preciosa, dejando un fantástico detalle y brillo.
Admire el collar por algunos segundos, me deje llevar por la avaricia, la cual pudo mas que la razón. No soporte la tentación de probarme el collar, lo coloque con sumo cuidado y con la yema de mis dedos frote la joya con delicadeza, me percate de lo que había hecho y decidí quitarlo al recordar que el collar no me pertenecía, ya que no conozco a la persona que decidió obsequiármelo. Intente quitarlo de mi cuello pero me fue imposible, lo jalone con todas mis fuerzas, lo retorcí pero no pude hacer que cediera y se abriera, parecía como si tuviera una especie de candado y fuera imposible quitarlo o romperlo.
Me di por vencida y me tumbe por completo en la cama, cerré los ojos y permanecí de esa manera hasta que escuche como varias personas se acercaban a mi habitación, al escucharlas hablar cerca de mi, abrí los ojos, observando a mis padres, solo observaron mi estado, sin pronunciar palabra alguna y mucho menos acercarse a darme un abrazo o un beso—"Ilusa" fue lo primero que pensé por mis pensamientos cursis—Los observe, podía notar un poco de nerviosismo de su parte y hasta preocupación, algo totalmente nuevo en ellos.
— ¿Se sienten bien?—Pregunte después de unos minutos.
—Si, estamos bien, al igual tu hermana. Al parecer mañana podremos regresar a casa—Respondió mi madre.
Después de saber que todos se encuentran bien, permanecí en silencio, esperando a que mis padres hablaran, su rostro me indicaba que algo andaba mal.
—¿Qué pasa?—Pregunte mientras los observo fijamente, no me dan la cara lo cual logra ponerme nerviosa.
Después de un largo silencio — ¿Recuerdas lo que sucedió después del accidente?—Pregunto mi padre.
—No mucho, estoy un poco confundida—Mentí, no quiero parecer una loca al decirles lo que he visto.
—La verdad es que desde el accidente tu madre y yo nos hemos estado sintiendo un poco extraños—Comento mientras seguía evadiéndome.
— ¿Que quieren decir con "extraños"?
—Cuando nos trajeron al hospital, el medico nos comento el hecho de que no presentamos heridas de gravedad, solo hematomas y rasguños sin importancia pero extrañamente habíamos perdido mucha sangre, por lo mismo nos colocaron varias transfusiones. Cuando desperté y vi la bolsa de ese esquisto liquido en color rojo... Perdón, de la sangre. Sentí una gran necesidad de probarla y mi garganta quemaba—Mientras mi padre comentaba lo que había sentido al despertar podía notar un poco de miedo en sus ojos, tenia el entrecejo hundido por lo confundido que estaba, y ni se diga mi madre, sus manos temblaban y estaba a punto de perder la cordura.
— ¿A Susan le sucedió lo mismo que a ustedes? —Pregunte con un poco de temor, mi hermana solo tiene 15 años, es demasiado pequeña para pasar por algo como eso.
—¡Digan algo!
—Cuando pasamos a su habitación para ver su estado—Mi madre hizo una pequeña pausa, de nuevo había nerviosismo en su voz.
—¿Qué hizo?—Eleve un poco mi tono de voz.
—Ella estaba atacando a una enfermera, la alejamos de ella y la enfermera salió de la habitación muy asustada. Tu hermana no podía controlar su temperamento, decía que solo quería probar su sangre, después de un tiempo se tranquilizó pero sigue muy inquieta—Termino de decir mi madre.
No podía creer que lo que decía la carta fuera cierto, busque la carta con desesperación—Acérquense, necesito mostrarles algo—Comente mientras abría la carta.
Les tomo unos minutos el poder leer la carta y razonar lo que ahí decía, seguramente mi rostro fue igual al de ellos al leer la carta por primera vez. Su miedo era notable, pero intentaban ocultarlo ante mi.
—Con la carta estaba este collar—Eleve el collar que aún se encontraba en mi cuello. Mis padres se acercaron rápidamente hacia mi (demasiado rápido). Lo cual me tomo por sorpresa pero al parecer ellos no se percataron de la rapidez con la cual se movían.
— ¿Por qué te lo has puesto?—La voz de mi padre era dura, pero no me sorprendió en absoluto, siempre se dirige a mi de esa manera, como si estuviera enfadado o me tuviera algún tipo de resentimiento.
—No lo se, ¿Curiosidad? Pero el problema es que eh intentado quitármelo y no puedo—Lo jalone de nuevo sin importar el dolor que este producía en mi piel.
—Te ayudare—Mi padre se acerco y tomo el collar con ambas manos, intentando romper la cadena pero al hacerlo escuche un fuerte grito.
— ¿QUE PASA?— Me aleje de el, aturdida por el fuerte grito cerca de mi oído.
—Intente romperlo y me quemo—Elevo su mano mostrándonos una leve quemadura en ella, parecía como si la hubiera metido a una fuerte e intensa fogata. La observamos unos segundos y esta fue sanando a una velocidad impresionante, nuestra sorpresa era tan grande que nuestros ojos se encontraban mas abiertos de lo normal y un largo silencio inundo la habitación ante tal magnifica pero aterradora situación.
—Entonces, al parecer lo que dice la carta es cierto—Comento mi madre mientras la leía una vez más.
—Sí, y no se ustedes pero creo que lo mejor será que volvamos ahora mismo a casa—No espere respuesta me puse de pie y camine entre la habitación.
—Está bien, iremos por Susan—A una gran velocidad salieron de la habitación.
Busque mi ropa, la encontré en un pequeño mueble de madera junto a la puerta del aseo, me cambie lo más rápido que pude y salí en busca de mis padres y Susan. Al salir de la habitación visualice una gran cantidad de personas por todo el largo e iluminado pasillo, al parecer había ocurrido un trágico accidente. Personas heridas, enfermeras intentando auxiliarlos lo mas rápido posible, corrían de un lado a otro, estaban tan ocupadas en sus asuntos que no se percataron de que había salido de mi habitación.
Camine por el pasillo buscando la habitación de Susan y poder encontrar entre la multitud a mis padres. En el trayecto pude ver a un hombre, herido de el brazo derecho, de ella salía una gran cantidad de sangre, cuando observe la sangre llenar las sabanas y brotar de esa enorme herida, sentí una gran necesidad por probarla, no podía contenerme, quería probarla, sentir su sabor metálico en mi boca, respire profundo, su olor era esquisto.
Un dolor desagradable y molesto me envolvió la mandíbula, toque mis colmillos y observe como poco a poco su tamaño incremento, mis colmillos sobre salían de mis labios, eran tan filosos que al tocarlos termine con pequeñas heridas en las yemas de mis manos.
—Alice—Escuche a alguien pronunciar mi nombre, al girarme observe a mi madre. Hice caso omiso, mi atención se encontraba en la exquisita (si exquisita, así lo veía en ese momento) sangre, era como una droga para mi, como si me hipnotizara, como si la necesitara para seguir viviendo, seguir respirando.
—Alice, tenemos que irnos—Escuche la voz de mi madre y un fuerte agarre a mi brazo del cual era arrastrada con brusquedad, no podía reaccionar ni pronunciar palabra alguna solo me interesaba seguir observando la sangre.
***
Una semana, a pasado una semana desde que salimos del hospital. Llegamos a casa y pensamos que todo seguiría igual, pero ahora me doy cuenta que no es así, mis padres y Susan se encuentran un poco histéricos, caminan de un lado a otro y sin darse cuenta sus manos tiemblan. Su ansiedad es tan grande que beben agua con gran desesperación, intentando que esto ayude a esa sed que ahora sentimos. La necesidad por tener algún liquido recorriendo nuestra boca y aliviar el dolor de nuestra garganta, es lo único que nos interesa en estos momentos. Yo estaba de la misma manera, pero intentaba tranquilizarme, alguien tenia que permanecer centrado y controlarse para poder cuidar a los demás.
Algo que descubrí fue que las series o películas sobre vampiros eran muy distintas a la realidad, nuestra especie no se comparaba en nada a la historia llena de mentiras que nos habían mostrado por televisión. Yo pensaba que los vampiros no podían comer, dormir o que la luz del sol nos lastimaría, pero no fue así, somos igual a cualquier otro humano, nuestro organismo nos permite el poder comer como cualquier persona, dormimos, y la luz del sol no nos produce quemaduras o molestia alguna. Nuestro corazón, a pesar de estar muertos, late con normalidad, la diferencia es que tuvimos algunos cambios, como una piel mas pálida, inmortalidad, colmillos afilados. También sentidos mucho mas desarrollados, una velocidad impresionante, fuerza sobrenatural y extrañamente una clase de poderes o dones.
Observe mi portátil, en la mesa del comedor, la abrí y comencé a investigar sobre lo que nos habíamos convertido, una idea tonta tal vez pero tenia la esperanza de encontrar algo que nos pudiera ayudar y saber como calmar nuestra sed, sin herir a los humanos. Después de investigar por varias horas encontré una solución, la cual me pareció perfecta (un poco drástica y grotesca pero una gran idea) llame la atención de mis padres los cuales se acercaron con rapidez.
— ¿Qué pasa?—Pregunto mi madre con un muy mal humor.
—Estuve investigando sobre vampiros y encontré algo que nos podría servir, pero antes necesito hacerles una pregunta.
— ¿Qué?—Pregunto Susan mientras tomaba agua.
—Ya todos sabemos en lo que nos han convertido, ¿verdad?—Todos asintieron—Bien, ahora tenemos que alimentarnos, pero yo no quiero hacer daño a ninguna persona.
—Nosotros tampoco—Contestaron todos.
—Bueno, ya que esta aclarado, encontré una forma de alimentarnos o bueno, por lo menos satisfacer nuestra sed.
— ¿Cómo?—Pregunto mi padre desesperado.
—Alimentándonos de animales—Cuando comente esto observe la cara de asco que todos tenían, y supongo que la mía era igual ya que la idea no me agradaba.
Después de unos minutos todos aceptaron, nos preparamos para salir por la noche ya que habrían menos personas y era menos probable encontrárnoslas, no podríamos contenernos y lo más seguro es que los atacaríamos. Cuando salimos de casa corrimos hasta las afueras de la ciudad dirigiéndonos a las montañas, nuestra gran velocidad nos ayudo a llegar mas rápido de lo esperado, y el tener nuestros sentidos mucho mas desarrollados nos permitían visualizar entre la oscura noche, poder escuchar u olfatear cualquier cosa o persona que se encontrara a kilómetros de distancia.
Escuchamos algunos ruidos, giramos y nuestras miradas se conectaron, asentimos y sigilosamente nos acercamos al lugar donde se había propinado el ruido. Nos encontramos con un pequeño y hermosos ciervo, alimentándose del verde pasto, observe tan bello animal, pero unos rugidos me sobresaltaron, mi familia se abalanzo sobre el ciervo y comenzaron a beber su sangre, mi hermana me observo invitándome a probarla, su apariencia no me agrado, su boca ensangrentada, igual sus manos y su ropa. Pero al oler la sangre, mis pies se movieron por si solos, me acerque para probarla, no tuve tiempo de pensar lo que hacia, solo me interesaba alimentarme.
La sangre llenaba mi boca, me parecía un sabor esquisto y reconfortante. Seguí bebiendo hasta que deje de escuchar el latir del pobre ciervo, me aleje de el y limpie mi boca con mi antebrazo. Observe a mi familia, el como bebían de el sin resentimiento o nostalgia, sino con desesperación y frialdad ante esa pobre vida que arrebataban poco a poco.
Al dejar al pobre animal sin una sola gota de sangre, fue cuando cedieron y se alejaron de el. Mi familia tomo el camino a casa sin mirar atrás, me sentí mal al hacer tal cosa, pero, fue la mejor opción que pude encontrar, nunca me atrevería a vivir una eternidad sabiendo que le eh hecho tal daño a un ser humano, un ser inocente (aunque se a la perfección que el ciervo no tenia culpa alguna).
Con un nudo en la garganta observe por ultima vez esa escena tan dramática y seguí a mi familia la cual se encontraba un poco alejada de mi. Al volver a casa observe a mis padres y hermana un poco más calmados, pero me daba tristeza y pena que no parecían tener algún tipo de dolor por lo que habían hecho hace unos momentos. Y debo admitir, que me sentía como una tonta al ser la única con ese sentimiento y esa culpa, mi arrepentimiento es tan grande que no quiero volver a hacerlo de nuevo, prefiero morir que hacer tal cosa tan atroz hacia un ser vivo.
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